EMT: Empresa Mantenida de Telefónica

Servicio público, divinas palabras... Como un taxista que se niega a recoger a seres sospechosos, la Empresa Municipal de Transportes olvida sus esencias y se transforma en el ministerio de transporte Orwelliano, en el que unos son más iguales que otros.

Vivo en Montecarmelo. Es como Sanchiguarro pero peor. Lo más sangrante es el transporte público del que dispone el barrio. A 100 metros de mi casa pasa el tren de cercanías. Demasiada cercanía en realidad: sólo puedo disfrutar de sus ruidos, pese a que hay una estación proyectada para dar servicio al barrio (publicado en BOCAM, número 47, Viernes 25 de Febrero de 2005). A día de hoy: nada. Es importante notar que la zona norte del PAU tiene a 1Km la estación de cercanías de Fuencarral. Comunicada, por supuesto, mediante la empresa de transportes San Fernando.

Respecto al coche, pues qué voy a contar. El acceso desde la carretera de Colmenar ni siquiera está señalizado y aunque la M-40 rodea todo el PAU por el norte no disponemos de ninguna conexión. Para llegar a la salida flamante salida de Ventisquero de la Condesa (que supuestamente da servicio a Montecarmelo) es necesario conocer los entresijos del barrio de Mirasierra. Un auténtico tour de force con coches en doble fila y calles estrechitas (ver mapa).

Y el metro... en fin, tenemos el metro de Fuencarral a menos de un kilómetro cruzando por un puente elevado sobre la carretera de Colmenar, un parque y medio barrio de la uva... está muy bien para los que preparen un campeonato de cross, pero para los demás nos resulta un poco complicado.

Así que lo único que tenemos es nuestro entrañable autobús 178, tardón como pocos, pero que permite contemplar las obras de la ciudad deportiva con gran detalle. Desde sus asientos se puede asistir a una clase de Arquitectura (bueno y casi a un curso entero, que el atasco se las trae).

Vale, es un barrio nuevo. Vale, somos pocos. Vale, me lo creo.

Pero entonces llega la gota que colma el vaso. Un día al salir del metro de Fuencarral (donde me tienen que ir a recoger en coche) me encuentro una gigantesca parada de autobús. ¿Adónde irá? Pues muy sencillo, se trata del segundo Servicio Especial hacia la Ciudad de Telefónica. Sin paradas intermedias. De boca a boca.

Y digo segundo porque ya existe otro desde el cercanías de Fuencarral. Mientras tanto los vecinos de Montecarmelo vivimos con la miel en los labios, más iguales ante las autoridades que otros. Ni metro, ni bus, ni carreteras, ni cercanías. A lo mejor si nos cambiamos el nombre de PAU de Montecarmelo a PAU de las Multinacionales recibimos lo que es justo.

Y que no digan que en breve tendremos metro en Montecarmelo, porque los que subamos allí tendremos que hacer transbordo en la siguiente estación para seguir en la misma línea

Oiga, que aquí también pagamos impuestos. Un respeto.

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